En ocasiones tenemos tendencia a hacer siempre lo mismo. A mi me pasa, y cuando caigo en la cuenta observo que pierdo el tiempo. Un ejemplo podría ser la de horas que me tiro en la red surfeando.
No hace mucho, más o menos un par de meses, un alumno, de cuyo nombre no quiero acordarme, me dijo que se sentía atrapado en el instituto. Notaba como su vida siempre era lo mismo, se sentía como un hamster corriendo en una de esas ruedas sin fin que hay en las jaulas para hamsters. "Bueno, o algo así" me dijo.
Este pensamiento es muy de adolescente, pero no nos engañemos, los adultos a veces también nos sentimos así, lo que pasa que no nos queda más remedio que, como diría un viejo amigo, "arrear y tirar palante".
Cuando la duda te asalta, cuando te sientes malhumorado o desanimado piensa en lo agradable que es tu vida. Para que veas lo bien que vives, te voy a contar una historia. No es mía , es de Stephen Elop, actual CEO de Nokia, quien la utilizó en otro contexto muy distinto que si quereis otro día podemos comentar. Como no conozco a Mr. Elop pero tengo entendido que es una persona muy pragmática se la pido prestada para mi humilde palestra. Si alguien entiendiera que no debo hacerlo que me lo haga saber y la descuelgo de forma inmediata.
Un hombre trabajaba en una plataforma petrolera en el Mar del Norte. Una noche lo despertó una fuerte explosión, que de pronto hizo que toda la plataforma quedara envuelta en fuego. En pocos segundos, estaba rodeado por las llamas. Entre el humo y el calor, apenas pudo salir del caos y alcanzar el borde de la plataforma. Cuando miró hacia abajo todo lo que él alcanzo a ver eran las oscuras, frías e inciertas aguas del Atlántico.
Mientras el fuego se aproximaba, el hombre tuvo pocos segundos para reaccionar. Pudo haberse quedado en la plataforma, e inevitablemente ser consumido por las llamas. O, zambullirse 30 metros en las heladas aguas. Se encontraba en una “plataforma en llamas,” y necesitaba tomar una decisión.
Él decidió saltar. Fue inesperado. En circunstancias normales, el hombre jamás hubiera considerado sumergirse en aguas heladas. Pero estas no eran circunstancias normales, su plataforma estaba en llamas. El hombre sobrevivió a la caída y al frío de las aguas. Después de que fue rescatado, se dio cuenta del hecho de que estuviera en llamas la plataforma, causó un cambio radical en su comportamiento.
Interesante ¿eh?
A veces, para romper los esquemas de nuestra mente, la cual suele conducirnos al tedio, hay que tomar decisiones que impliquen un cambio radical. Afortunadamente ninguno de nosotros se tiene que ver en una situación tan extrema. Lo nuestro es mucho más llevadero.
Por ejemplo si nos sentimos encerrados, aburridos, desangelados o sensaciones similares, bien sea en casa o en el instituto o en el trabajo podemos introducir una nueva variable que implique un reto. Algo nuevo, algo diferente. Ponernos metas alcanzables es una buena manera de renovarnos. De cambiar.
¿Cuales son tus metas? ¿Las conoces? ¿Luchas por ellas? ¿Que no las tienes claras? ... Pues, si me lo permites, dedíca media hora cada día a meditar sobre ellas, y cuando las tengas, lo hablamos...
Sed felices. Renovaros. Yo ya estoy cerca, de la renovación, claro.
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