jueves, 27 de enero de 2011

Propongo celebrar el "Día del ejercicio de mates".

¿Os acordais de la película "Atrapado en el tiempo"?  Es una desternillante historia donde Bill Murray es un periodista que va  a cubrir un acontecimiento llamado "El día de la marmota" y queda atrapado en el mismo día, en un bucle. De tal forma que cada día al despertarse a las 06:00 de la mañana  vuelve a revivir los mismos acontecimientos una y otra vez.

Pues a mi me pasa algo parecido con mi clase de primero de bachillerato de los martes. La clase se desarrolla a última hora. Es decir de 13:30 a 14:30. Os podeis imaginar las caras. Están fundidos. Que digo fundidos, no son personas. Algunos se arrastran hasta el pupitre para literalmente dejarse caer e intentar sobrevivir a la matemática. Y no me extraña, yo a su edad pasaba por la misma sensación.

Tengo la mala suerte de no tenerles los viernes con lo que el jueves siempre les "coloco" ejercicios para que los hagan el fin de semana. Pocas veces los hacen, ya que el finde quieren salir y despejarse. Aspecto que puedo entender. El lunes corregimos algunos y el martes corregimos lo que queda o lo que he puesto el lunes para el martes. Claro como sólo tienen medio día deciden no hacerlos.

Vamos que me siento como en el "día de la marmota". Todos los martes es lo mismo. Pregunto quien ha hecho los ejercicios y con suerte me encuentro que 4 o 5 personas los han hecho.

Estoy contento con mis alumnos y alumnas. Son una gente muy maja que a menudo me hacen sonreir. El problema que tengo con ellos es que ya no sé que hacer para que trabajen en casa las actividades. No es que no las quieran hacer, es que se desaniman tan rápido que a la mínima lo dejan correr. No tienen fe en sus posibilidades. Me tiro muchas horas con ellos, y sé que pueden hacerlo. Pero claro han de meterle horas de estudio porque les falta base, y superar las adversidades que las mates les presentan. Y a eso se niegan. De acuerdo, de forma inconsciente, pero se niegan.

Aunque ahora no estoy en el instituto dando clase, pues como recordareis estoy de baja, la clase ya está terminando las funciones y debería  empezar con los logaritmos. Espero que se suban al carro de la ilusión y se lo tomen de otra forma. Porque como hace unos días ya les he dije, yo le pongo mucha ilusión. Y ellos así deben hacerlo también. Pero no basta con eso. Hay que meterle horas. Aunque a veces sea árido, pero el trabajo bien hecho por un lado o por otro debe salir.

El otro día les hacía la broma. Decíamos que podíamos hacer el "día del ejercicio".  Se trataría de quedar todos para hacer unos ejercicios para un día. Y hacerlos toda la clase, sin excepción. de tal forma que ese día el profesor llegaría y se encontraría que todos sus alumnos habrían hecho los ejercicios propuestos.

Sería una agradable sorpresa para el profesor, que se sentiría, aunque sólo fuera un por un día, en una especie de zona paradisíaca. Se sentiría como una persona diferente, quien  por unos momentos, hasta que le desvelara el alumnado que es el "día del ejercicio", sentiría un  cosquilleo, una sensación nueva, por desconocida, y que no podría hacer otra cosa que sentirse lleno de ilusión, de armonía, de alegría, de plenitud, al ver que todos, absolutamente todos tienen los ejercicios hechos, y lo que es aún más alucinante, están dispuestos a prestar atención en clase, guardando silencio...

Bueno, ya está bien de soñar. Aunque soñar no cuesta nada. Quien sabe, igual un día me dan una sorpresa.   Es posible que esté pidiendo demasiado. Aunque si pasara... ¡Sería alucinante!

Para echarnos unas risas os pongo el trailer de "Atrapado en el tiempo". Quienes no la hayais visto, no os la perdais, es una peli que garantiza risas y buen rollo.




Sed felices.

miércoles, 26 de enero de 2011

¿Eres un "motivao"?

La palabra motivado es una palabra que las personas adultas utilizamos en un sentido muy diferente al que le dan los estudiantes de hoy en día.

Si uno ojea manuales de psicología, o en su versión de andar por casa libros de autoayuda,  puede ver que la motivación es uno de los motores de la humanidad. Donde no existe la motivación no se avanza. En otras palabras para conseguir una meta uno debe estar motivado. Debe estar atento, interesado, concienciado y debe querer conseguir esa meta. En definitiva, la motivación es necesaria, es positiva, y deberíamos ir siempre de la mano de ella. Y si la perdemos, a veces en los trabajos o estudios puede ocurrir, hay que intentar ponerse manos a la obra para recuperarla.

En cambio para los adolescentes, la palabra no se usa en el mismo sentido, ni mucho menos. Ser una persona con motivación en un instituto puede ser un verdadero quebradero de cabeza.  De hecho, hay muchos estudiantes que atesoran ingentes cantidades de motivación por estudiar, pero la ocultan y de ninguna manera desean que se sepa que tienen ilusión y ganas de estudiar. Parece un contrasentido, pero cuando uno pasa años en un instituto y conoce, o al menos intuye, las corrientes subterráneas que se pueden dar en un pasillo, en un clase, en un patio; aprende a ver qué alumno quiere estudiar y lo dice, y qué alumno quiere estudiar y no lo dice. Para un tutor esta distinción es dífícil de ver. Pero todo buen tutor que se precie ha de aprender a distinguir estos matices.

El estudiante de nuestros días, en ocasiones, se jacta de acudir al instituto a hacer relaciones sociales y dejar que el tiempo pase lo más rápido posible. Su mayor fuente de motivación consiste en que llegue rápido la media hora del patio. Allí encuentra un periodo de tiempo breve pero intenso donde puede desarrollar todo su potencial, ya que  el profe no le controla y eso le hace sentirse bien. Este tipo de alumno carece de mucho sentido de la responsabilidad, algo normal a su edad, no olvidemos que es un adolescente, y a menudo no desea aprender los contenidos que los profesores enseñamos. Son frecuentes las preguntas del estilo "Profe, ¿y esto para qué sirve?". En su defensa he de decir que el profesor rara vez suele contestar de forma adecuada a esa pregunta. Y que tampoco el profesor, al menos en la enseñanza secundaria,  investiga demasiado en el por qué de esa pregunta.

Este tipo de estudiante no es en absoluto un "mal estudiante" sino un estudiante que no tiene claro qué hace en un instituto. En la mayoría de los casos suele necesitar un buen plan de orientación. Y como en los institutos no andamos sobrados de medios pues no siempre disfruta de un plan adecuado y ajustado a sus necesidades. Algo que ya hace tiempo que reclamo a los cuatro vientos y que explico a quien me quiere oir. Este tipo de estudiante, erróneamente denominado"mal estudiante", ya que se le debería llamar "proyecto de estudiante" tendrá unas lineas en otra entrada que en un futuro ya publicaré.

Como decía, el "mal estudiante" es aquel que se dedica a provocar situaciones que podríamos definir como delicadas en el instituto. Para que se me entienda, en dos palabras,  ni estudia ni deja estudiar.

Pero no nos agobiemos. Existen muchos tipos de estudiantes, algunos de los cuales se merecen todos los elogios porque aguantan lo que nadie debería de aguantar. Así que no seamos negativos; que en los institutos, como en la sociedad, hay de todo. Ya iré posteando en futuras entradas más matices, porque el tema da para varias entradas.

 A título de ejemplo os quiero hablar de un tipo de estudiante que a mi en particular me fascina. Se trata del "motivao". NO MOTIVADO, NO; "MOTIVAO". Este es un estudiante que los profesores definiríamos como "Buen estudiante" aunque tampoco se le debería denominar así.(odio las etiquetas, ya lo sabeis). Como decía es un estudiante que acude cada día contento al instituto, acostumbra a tener buena disposición, sabe estar atento, sabe apreciar una clase y por desgracia para él o ella está en franca minoría en una clase de ESO.  Suele hacer preguntas interesantes y con frecuencia se aburre porque lo que se le explica ya lo conoce o lo capta en seguida. En el supuesto de que tenga facilidad para relacionarse con el grupo clase se le suele dejar en paz, aunque en ocasiones se le acuse de hacer la pelota al profe, pero al ser un alumno que suele obtener buenas calificaciones o que si no las obtiene se esfuerza mucho y el profe es consciente de ello suele ser objeto de burla por parte de sus compañeros. Su etiqueta es impuesta por el grupo clase y  es esa; "El motivao". A la mínima que pregunta o que dice que ya ha hecho los ejercicicios o tareas se le critica por "motivao". Eso sí, a la hora de hacer un trabajo en equipo mucha gente desea tenerle a su lado. Es una persona que avanza en cualquier proyecto con celeridad y no suele quejarse aunque los demás se aprevechen de su trabajo. Por suerte para él o ella una vez llega al Bachillerato suele sentirse más acompañado. Pero ya sabeis lo que pasa con las etiquetas, ponerlas es fácil, pero quitarlas...

Desde aquí quiero animar a esta "rara avis" de los institutos. Los "motivaos".  Gracias a vosotros muchas clases son entretenidas, divertidas, interesantes, apasionantes, nutritivas, impresionantes, agradecidas. Gracias a vosotros el profesor disfruta de su trabajo y lo que es mejor, disfruta de vuestra compañía. Chicos y chicas, hoy en día lo que haceis tiene mucho mérito, y os quiero felicitar por ello.

Para acabar quiero lanzaros un par de preguntas.:

¿Alguna vez te has sentido, gracias a un o una profe, como si fueras un "motivao", aunque solo haya sido durante unos instantes?
¿Cómo creeis que un profesor puede influir en su clase para que el número de "motivaos" aumente?

Sed felices.

miércoles, 19 de enero de 2011

Si pronuncias mi nombre, desaparezco.

He aquí una adivinanza:
"Si pronuncias mi nombre, desaparezco" ¿Quién soy?

Tic,Tac, Tic, Tac, Tic, Tac, Tic, Tac....TIEMPO!

"El silencio".

Ahhh, el silencio, ese bien tan preciado. Ese intangible. Ese elemento tan escaso, por desgracia para profesores y buenos alumnos.

Cuando yo era alumno el silencio era el rey de la clase. A nadie se le ocurría interrumpir a un profe cuando estaba dando su clase magistral. Que nadie me malinterprete, yo no estoy reclamando la vuelta a las clases de mi época de la EGB. No se trata de eso, entre otras cosas, porque en aquella época si charlabas y te pillaban te daban un capón en menos que canta un gallo. Como he dicho el silencio era el rey, y su primer ministro era el miedo.

Cuando les digo a mis alumnos que a mi me han pegado en clase no se lo creen. Yo era un buen alumno, pero charlatán como pocos. Ahora sigo siendo charlatan. No contento con abrasar a mis alumnos en clase, ahora sigo charlando aquí. Definitivamente lo mío es afición. Lo siento chicos, soy muy pesado, "mea culpa".

A lo que iba, que me disperso. Hoy en día es muy difícil conseguir el silencio durante un buen rato. Los alumnos guardan silencio cuando están dormitando o cuando explicas algo que se les antoja complicado. Pero en el momento que finalizas una explicación o un ejercicio, se ponen a charlar. Y cuando les recriminas este hecho porque quieres continuar la clase, te miran con cara de sorpresa. Es como si no entendieran que mientras el profe explica ellos han de escuchar.

Por qué así ha de ser, ¿no?. ¿O es que estoy equivocado? Si alguien piensa que no es así, por favor que me diga algo.

En clase siempre utilizo el mismo lema:
"En clase de matemáticas mientras el profe explica se escucha o se medita en silencio". 

Con esto les quiero decir que no me molesta que desconecten. Me importa pero no me molesta. Puedo entender que desconecten si estan cansados, desencantados, agobiados por algo personal, enamorados, aburridos, etc. Lo que me inquieta es que se pongan a parlotear o mejor aún, a hablar en voz alta. Pero, veamos por qué me inquieta:

  • Tengo la sensación de que hablo para las paredes. Y eso desanima a cualquiera. Sobre todo si es profe "motivado". ¡Glups, lo que he dicho, la palabra motivado!
  • Pienso que los chicos y chicas que si que quieren aprender, tienen derecho a tener una clase con un ambiente productivo y positivo.
  • Hacer matemáticas en la pizarra no es fácil. La perspectiva es distinta. (De esto ya hablaré otro día). Y si no hay silencio uno tiene tendencia a equivocarse. ( Y yo me equivoco con regularidad, a veces a propósito y otras no. La ventaja que tiene esto es que los alumnos están más atentos para buscar el fallo.)
  • Me despisto. Así de sencillo. Necesito silencio para concentrarme en lo que hago.
  • Si por lo menos hablaran de algo interesante, me podría unir a la conversación, pues quizá sea más productivo que hacer matemáticas, pero no suele ser el caso. Aunque los que tengo en clase de bachillerato este año suelen tocar temas bastante aceptables. Pero dudo que algún día lleguemos al extremo de cambiar las mates por la terturlia. (¿Alguien se lo había creído? Me refiero a lo de la tertulia... Modo irónico ON).
  • La productividad de profe y alumnado cae en picado. Y como economista lo llevo muy mal. Este es un país de bajas productividades y se ve claramente en la escuela.
  • Siempre hay alguien que sufre en silencio, normalmente alguien a quien le gusta la clase, y no dice nada por temor a que los demás le llamen pelota o motivao.
Ya veis, tengo unas cuantas razones. Y ahora la pregunta del millón de dólares.

¿Se os ocurre alguna manera para que el silencio campe a sus anchas por un aula? ¿Qué medidas podríais tomar al respecto?

Yo os pongo una solución en clave de humor. Se trata de "El tío la vara" incansable personaje de José Mota. No he podido evitar recordar, al entrañable "Señor Juan" , mi profesor de primero de EGB, quien utilizaba esta solución conmigo. Antes de nada deciros que está en clave de humor y que para mi está solución nunca será válida. Pero para él sí que lo era. Nos zurraba con una regla de madera. Y nos zurraba bien zurrados. Menudo sádico y malnacido era. Espero que donde esté no pueda pegar a nadie. En fin, como se suele decir, eran otros tiempos...




Sed felices, aún es posible.

    domingo, 16 de enero de 2011

    Portátiles en el aula.

    Tengo el "privilegio" de poder trabajar con alumnos que manejan pc's portátiles en el aula.
    Si, ya sabeis el famoso programa de la Generalitat de Catalunya,   Educat1x1.

    En esencia, se trata de cada alumno tenga un portátil en el aula, con libros digitales. De esta forma utilizan las TIC y no machacan sus espaldas cargando con un montón de libros en la mochila. Al profe se le facilita el trabajo porque también tiene un portátil y puede acceder a internet y trabajar con infinidad de materiales e incluso crear los suyos.

    Yo siempre estoy del lado de  las nuevas tecnologías, de hecho he dedicado muchas horas a formarme en nuevas tecnologías, software libre, internet... Pero claro, siempre que faciliten la creación de aprendizaje. Y si puede ser que faciliten mi trabajo.

    A mi lo que me parece muy útil son las pizarras digitales. Las llamadas PDi. Son una herramienta muy potente y que evita ciertos "vicios" que se derivan del uso de los portátiles. Por no hablar de sus efectos perniciosos. Tengo un amigo. de profesión óptico, que se "frota las manos" pensando en los problemas que las minipantallas de los pc's van a provocar en el alumnado.

    Creo honestamente que proporcionar a unas personas de entre 13 y 15 años la propiedad, y en algunos casos el usufructo de  un portátil con libre acceso al mundo virtual es una acción que genera efectos perversos y que provoca más pérdidas que beneficios a la comunidad educativa.

    Os pongo un ejemplo. Jonathan (nombre inventado), es un alumno de 3º de ESO. Nunca se le han dado bien los estudios, y mucho menos las relaciones con el profesorado. Jona, como le llaman sus amigos, pasa bastante de la ESO, va al instituto en esencia para hacer relaciones sociales. Es un chico bastante inteligente, pero pasa de estudiar. Sus padres tampoco le prestan mucha atención, con lo que Jona va bastante a su bola.
    Ahora está muy contento, ya que tiene en su instituto una conexión Wifi que le proporciona un acceso a Facebook, a Tuenti, a Youtube, a páginas con contenidos para adultos, a todo clase de páginas con streaming, a páginas de juegos on line, a páginas de descargas directas, ¿hace falta que siga?

    Ahora Jona va contento al instituto,  aunque no más contento que antes, en cambio ya no da problemas a los profes, pone buena cara para que le dejen en paz y se dedica a surfear.

    No pongo en duda que Jona puede aprender muchos contenidos que encontrará en la red, pero dudo mucho que Jona aprenda lo que los currículums de la secundaria marcan, en otras palabras, lo que los profesores debemos enseñar en la secundaria. Pero claro, como es un nativo digital, seguro que se empapa de todo a la primera. (modo irónico ON)

    Me gustaría saber como puedo luchar ante situaciones como las que he descrito, porque sinceramente, me siento indefenso. Tengo conocimientos sobre internet y sobre muchos contenidos, pero ante personas como Jona no sé que debo hacer. Si, después de advertirle varias veces, le insto a que cierre su portátil, con lo cual no podrá hacer la actividad que he sugerido a la clase, es como si le expulsara del aula. En cambio si le dejo que haga lo que le venga en gana es como si él me expulsara a mi. Haga lo que haga me siento en una situación delicada.

    Sabeis que me gusta ver el lado bueno de las cosas. Así es. Algunos alumnos se convierten en personas mucho más autónomas y liberan tiempo para que lo dedique a otros alumnos que necesitan más atención. Pero los conflictos éticos que me generan casos como los de Jona hacen que me sienta mal.



    Soy un profesor preparado y motivado. No soy un gendarme para vigilar continuamente que contenidos pululan por las pantallas. Me niego a gastar energías en fiscalizar los portátiles del alumnado. Siempre he pensado que ellos saben mejor que nadie que es lo que deben hacer. Pero siento en ocasiones que los profes cada vez hacemos menos falta. Al menos eso es lo que me hace sentir esta clase política que impone según que inventos que, en mi humilde opinión y tratando de ser generoso, poco mejoran  la calidad de la enseñanza.

    Las PDI son otro mundo. En mi opinión se trata de una excelente herramienta, favorecen mucho la interacción en la clase, la entrada de las TIC genera enormes sinergias que son aprovechadas por todos. Ya las utilicé el año pasado con resultados muy satisfactorios. Ahí es donde hay que invertir el dinero.

    Pero que cada alumno/a tenga un portátil en el aula es un despropósito. Pero ¿por qué?

    Pues porque se han introducido sin hacer una transición adecuada. Hay mucho profe que se ha formado a conciencia en nuevas tecnologías. Pero en general, si me dejais generalizar que ya se que no se debe,  ni los profes, ni los padres y madres, están al día de todas estas cuestiones que estoy mencionando. Y los alumnos no digamos, pero esto es normal, ellos tienen que aprender y no son adultos.

    Os pongo otro ejemplo. Una parte de los padres y madres piensan que sus retoños están toda la tarde en casa estudiando porque están delante del ordenador. Por fortuna estos son cada vez menos, ya que muchos padres monitorizan los pc's de sus hijos y ven a qué se dedican en realidad.

    Otro más. La mayoría de los alumnos , llevan todo tipo de programas de peer to peer instalados en los discos duros de sus pc's.  Parece que hay una corriente subterránea que les impulsa a tunear su portátil tanto a nivel de software, como si bajar archivos del  Ares a todas horas provocara un aumento radical de nuestra cultura, como a nivel de hardware, con pegatinas y otras lindezas. Vamos que cualquier día me encuentro un portátil con un piercing.(de nuevo modo irónico ON)

    Se que a algunas personas no les va a gustar esto, pero no puedo aguantarme más. Si no lo digo me va a salir una úlcera. Sé que no estoy siendo políticamente correcto, pero no es esa la función de este blog. Para ser políticamente correcto ya tengo suficiente con mi trabajo, que dicho sea de paso, me dignifica.

    Y a todo esto, los padres y madres os estareis preguntando: ¿Entonces, si no te gustan los portátiles del 1x1, cómo los usas en el aula?

    Pues os soy sincero, los uso pero nunca durante toda la hora. De esta forma evito problemas, presentes y futuros. Y deseo todos los días que se reconozca que hay herramientas más potentes y que es mejor utilizar una pizarra normal, o una PDi, que no estos miniportátiles. Deseo fervientemente  que  desde la administración se de un paso atrás con este proyecto. No porque sea un proyecto sin futuro. Sino porque la experiencia está demostrando que no es todo lo útil que se pensó a priori. Y no lo es porque falta concienciación entre el alumnado. Porque los profesores vemos que nos supone un esfuerzo enorme y que no repercute en la calidad de la enseñanza. Y sobre todo porque genera unas inercias en las clases que en modo alguno son beneficiosas. No olvidemos que en esencia el adolescente es un ser que adora experimentar.

    En definitiva un adolescente con un portátil abierto al mundo de internet es un ser muy difícil de motivar. A ver quien es el guapo que lo conciencia y le hace ver que entre ver videos en Youtube sobre caídas y tortazos y estudiar sistemas de ecuaciones es mucho más interesante lo segundo que lo primero. A ver quien es el guapo que lo conciencia para que deje de de navegar y asuma que debería ponerse a aprender matemáticas.



    Sed felices

    sábado, 15 de enero de 2011

    Wall-e

    Desde la semana pasada poseo Wall-e en alta definición.

    Estoy como loco pensando en que este fin de semana voy a poder ver este pedazo de peliculón en HD.
    Imagino que todo el mundo ya conoce esta peli.

    La primera vez que la vi fue como una revelación. Me había enterado de que el equipo que realizó la obra maestra Buscando a Nemo  había conseguido hacer otra película para deleite de nuestros ojos. Y llevaba ya un tiempo inquieto pensando en que debía ir a ver Wall-e.  He de reconocer que con Buscando a Nemo había disfrutado tanto que pensaba que Wall-e podía suponer para mi una decepción.

    Me armé de valor y me fui al cine solo. Me compré unas chuches, mi pillé una bebida y me dediqué a observar. Había leído varias críticas positivas, y tenía muy claro que estaba ante un producto diferente. Algo que se debía mirar con atención, de ahí que me fuera solo. Ir al cine solo no es nada extraordinario. Mucha gente lo hace, pero tenemos la tendencia a querer llevarnos a alguien con nosotros para no sentirnos extraños.

    Cuando la película terminó estaba como en estado de shock. Tuve que pellizcarme para darme cuenta de que no estaba soñando. Era real. Tenía una joya ante mis ojos.

    No tardé mucho en hacerme con una copia y verla en casa junto con mi familia.


    La primera media hora de Wall-e es una sucesión de imágenes en las que apenas hay lenguaje oral. Además no hay ningun ser humano. Por este aspecto puede parecer un poco lenta o aburrida. Pero no lo es en absoluto. Un robot oxidado, hecho polvo, nos genera una cantidad enorme de emociones. Y lo hace porque , entre otras cosas, atesora muchas de las virtudes que a nosotros nos empiezan a escasear. Este pequeño personaje nos recuerda algunas de las cosas que jamás deberíamos olvidar. El amor, la compasión, el afecto, el esfuerzo, el miedo, el riesgo, la soledad, la curiosidad ante lo desconocido, la inocencia, la lucha por un fin aunque este parezca una locura...

    Estoy tentado de ponerla en tutoría, pero os soy sincero. No me atrevo. Dudo mucho que a mi alumnado le interese una película de "dibujos animados".  En cuarto de ESO, en clase de ética, me atreví a poner Buscando a Nemo, y todos disfrutamos mucho, pero en bachillerato creo que hay gente que haría unas reflexiones magníficas, pero que otras se aburrirían. Y mis dudas no me dejan liberarme.

    Existen  muchos temas que se pueden extraer de Wall-e. Os doy ejemplos: La degradación del planeta, el reciclaje, el consumismo, la progresiva pérdida de valores, la intoxicación de la publicidad, la generación de falsas necesidades, la perseverancia, la solidaridad, la inocencia, el amor, la generosidad.

    Se os ocurre a vosotros, los que la habeis visto, alguno más. Os dejo que lo penseis.

    Estamos, insisto, junto con Buscando a Nemo ante dos obras maestras de Pixar, a quien tantos buenos ratos y tantas emociones debo. Para mi hay un antes y un después de Pixar. Pero de esto ya hablaré otro día, que me salgo de la carretera.


    Ah! si quereis que la veamos, hacédmelo saber...a mi me encantaría.

    Os pongo el tráiler.




    Sed felices.

    miércoles, 12 de enero de 2011

    "Todo lo que viene de las mates son cosas raras".

    Hoy, una alumna de 2º de ESO, me ha lanzado  un comentario que me ha hecho sonreir.
    Estábamos en la clase de optativa de juegos y problemas. Es un grupo muy agradable donde la gente va trabajando y de tanto en tanto dicen alguna cosa interesante.

    Hoy me han preguntado que significaba la palabra "álgebra". Ante su respuesta de que no tenían ni idea de que significaba les he contestado, recordando al profesor Simonet  de la película "Cadena de favores" que siempre encargaba a sus alumnos que buscaran palabras en el diccionario, que la buscaran en el pc cuando acabaran la actividad.
    Hasta aquí todo normal.

    Lo divertido ha ocurrido cuando, una alumna que suele tener ideas y comentarios muy lúcidos, ha dicho sin inmutarse. "Mejor no buscarla , porque las cosas que vienen de mates son cosas raras"
    Al preguntarle porque había dicho eso me ha contestado que esa era la cuestión.
    No lo ha dicho por molestar. Lo ha dicho con total convencimiento.

    La reflexión es la siguiente. Si los alumnos piensan que todo lo que viene de las mates son cosas raras, seguramente no se dan cuenta de que continuamente están rodeados de matemáticas en su vida cotidiana.
    Podemos pensar en cosas que hacemos cada día y que están relacionadas con las mates. Un ejemplo, todos los pagos y cobros que realizo en un día están relacionados con la aritmética. Otro ejemplo, la geometría es omnipresente en nuestra existencia diaria. Podría seguir un buen rato, pero prefiero que seais vosotros los que lo penseis.

    Se os ocurren más ejemplos?



    Sed felices

    sábado, 8 de enero de 2011

    Objetivos para el nuevo año

    Vamos a hacer una relación de objetivos para el nuevo año. Os animo a todos a que hagais lo mismo. No es tan difícil y es divertido.

    A nivel profesional y también personal.

    Los que me conoceis ya sabeis que no me gustan las listas, aunque a veces no me quedan más remedio que hacerlas, pero no se me ocurre otra forma de expresarlos. Si teneis alguna forma más apropiada ruego me la digais.

    Profesionalmente deseo:
    1. Que el nuevo gobierno del Departament d'Ensenyament lo haga mejor que el anterior Departament d'Educació. Creo que no es difícil.
    2. Que se acaben las penurias económicas. La crisis nos está axfisiando. En medio año me han bajado el sueldo un 10%.
    3. Que los alumnos vengan con ganas de aprender al Instituto. Con un poco de ganas se mejoraría mucho en varios aspectos, a modo de ejemplo: las calificaciones, el ambiente de aula, la cordialidad, la afectuosidad.
    4. Que se eliminen los portátiles del aula y que proliferen las pizarra digitales. Los portátiles casi siempre son una puerta de entrada a la dimensión Facebook y Messenger. Pero casi nunca al aprendizaje de las materias del curriculum.
    5. Una plaza definitiva de mi agrado y cerca de casa. La que tengo me gusta muchísimo pero es provisional.
    6. Mejorar cada día como profe de mates.
    7. Iniciar mi proyecto de coaching. Potenciar los recursos del alumnado es una tarea inmensa y emocionante a la par.
    En lo personal deseo:
    1. Salud
    2. Rebajar el consumismo, sobre todo de libros y relojes. Para ello iré más a la biblioteca para tomar libros en préstamo. Ya que casi no me caben en casa los que compro.
    3. Dejar de decir tacos. Ya me lo propuse el año pasado y los he reducido pero aún no lo he conseguido.
    4. Liberar mi mente de algunas servidumbres. 
    5. Pensar antes de hablar.
    6. Hacer deporte de 3 a 4 veces por semana. Ahora hago 2.
    7. Aumentar mis dosis de energía positiva.
    8. Escuchar más y hablar menos. Esto ya hace tiempo que lo trabajo, pero me es muy complicado.
    9. Cuidar más a la gente de mi entorno, familia, amigos... Últimamente me he dejado llevar, y puedo hacerlo mejor.

    No está mal, eh?


    Sed felices. Abre el apetito.

    viernes, 7 de enero de 2011

    7 de enero. Vuelta a las clases.

    Hoy es día 7 de enero. Por primera vez en mi vida tengo que dar clase justo el día siguiente a la festividad de los Reyes Magos.

    Entro de guardia. A primera hora siempre pasamos lista los compañeros de guardia para notificar a las familias las ausencias de primera hora.

    Hoy ha faltado muchísima gente. Hay clases donde debería haber 25 personas en las que solo hay 4, 6, 7 personas. Creo que el Departament d'Ensenyament debería de tomar nota. El alumnado ha dejado bien claro que el día siguiente a reyes, máxime siendo un viernes no debería haber clase.
    Y si la hay ellos se la saltan. No voy a decir que me parece bien, porque no es así, pero me pongo en su lugar y lo entiendo. No lo apruebo, pero lo puedo comprender.
    Ya está bien de todo esto. Ya vale de que la clase política interfiera en la educación con medidas del todo inaceptables. No tiene sentido abrir un centro escolar para que apenas nadie venga. Es un derroche de recursos que no tiene justificación en los tiempos que corren. Por no hablar de la imagen que se llevan los alumnos que han venido. Sus caras son un poema.

    A los que no han venido: disfrutad el día libre, que no de fiesta.
    A los que han venido: Gracias, soys de lo mejor.

    Sed felices.

    lunes, 3 de enero de 2011

    Intentando mirar desde otro lado

    Hay muchas manera de intentar innovar en clase, pero no sólo desde las TIC. Sino desde la compasión, desde la meditación.
    En ocasiones estos aspectos no son comprendidos, a veces son blanco de críticas de personas que no entienden el fondo de la cuestión.Se ve como una excentricidad, no como una aportación que mejora el clima de aula y fomenta una mejora de resultados.

    ¿Qué os parece?

    Os pongo un video y si quereis lo comentamos en una rato de la clase de tutoría. A ver que conclusiones habeis sacado.



    Sed felices.