Se trata de una forma interactiva de enseñar un tanto peculiar.
Merece la pena verlo hasta el final. De nuevo queda patente la idea de que la creatividad te puede llevar mucho más allá de lo que uno cree en un principio.
En algún lugar alguien dirá que todo esto es poco serio. Y no le faltará razón. Pero también alguien dirá que es original, divertido y que capta totalmente la atención del alumnado. En mi caso diré que me quedo con la segunda idea, ya que, además de divertido es directo. Ahora solo hace falta que el profesor consiga que el alumnado salga a esa pizarra tan especial.
Que lo disfrutéis y decidme que os ha parecido.
¿Creeis que aprenderíais más así que en una clase "ordinaria"?
Cuando un equipo funciona cada persona sabe cuál es su lugar, qué se espera de él, a quien debe ayudar, con quien debe complementarse, cuál es su aportación...
Solo entonces es cuando se producen las sinergias y cuando sale lo mejor de cada uno.
Hace unos días un par de alumnos brillantes competían en clase de 4º de ESO por ver quién había resuelto un ejercicio de manera correcta. Se pisaban el uno al otro en un debate estéril. En un arranque de los míos les dije que ya había oído bastante y que hicieran el favor de mantener silencio. Acto seguido les hice ver que en clase somos un equipo, que nuestra función es ayudarnos los unos a los otros a conseguir, como mínimo, aprobar matemáticas, pues nuestras miras deben estar en obtener nota.
Me miraron como si estuvieran viendo a un extraterrestre. Les dije que les estaba hablando completamente en serio. Que las disputas nos conducían a una vía muerta, a una competencia desleal y a la situación de perder-perder. Les aseguré que si colaboraban entre ellos ambos sacarían mejores resultados y además el resto de la clase les agradecería su esfuerzo, ya que todos aprenderíamos con ellos.
Para acabar les dije que si somos un equipo, y todos sabemos cuál es nuestro lugar en él, si colaboramos entre nosotros, el curso será mucho más entretenido, más llevadero y más fructífero. Rematé la cuestión con un "Si quereis, podeis".
Hoy ya no compiten, hoy me machacan a preguntas, su curiosidad no tiene límite. Me hacen un profesor feliz.
Podríamos decir que "Espartanos, ¿cual es vuestro oficio? es la versión más antigua del archiconocido "Uno para todos y todos para uno". Es una versión mucho más bárbara si quereis, y mucho más impactante.
Sé que está sacado de contexto, lo sé. Pero me encanta esta escena. Me hace recordar que mis alumnos, cuando confían en si mismos, son auténticos espartanos. No dan tregua. Valientes decididos a acometer grandes empresas.
Sea como fuere, equipo por encima de todas las cosas, en clase, en casa, en la vida...
Mañana lunes es un día grande. Es uno de los días que más me ilusionan del curso. El día más emotivo es el primer día, cuando conoces a los alumnos. Ese día es precioso. Pero mañana es otro día muy importante a la par que emocionante.
Es el día en el cual tengo un primer contacto con los padres y madres de mis alumnos de tutoría de 4º de ESO. Es un día no tan emotivo pero sí igual de importante. Si hay padres comprometidos y con ganas de trabajar en equipo el curso va bien. Si los padres no van en esa linea el curso va bien, pero en ocasiones queda lejos de nuestros ambiciosos objetivos.
Hará unos días fui a la reunión que había preparado la maestra de mi hijo (está en primaria). Me sentí raro, me hablaba de aspectos de la enseñanza que me son cercanos, pero que no son mi especialidad. Para mi la primaria es esa gran amiga que me suministra alumnos, pero esa gran amiga a la que nunca acabas de entender del todo. Me sentí extraño, como huidizo. La maestra lo hizo genial, pero reconozco que estar en una reunión de padres se me antoja complicado. Dentro de un centro educativo, el rol de padre me es mucho más difícil de llevar que el rol de profesor. El caso es que me va muy bien, porque me ayuda a ponerme más en los zapatos de los padres que mañana a las 18:00 vendrán a conocerme.
Hagan lo que hagan desde la administración y digan lo que digan desde la clase política, este profesor mantiene su compromiso con la docencia y la implicación con el proyecto vital de su alumnado. No me atrevo a decir de donde voy a sacar el tiempo y la energía, pero mi alumnado es lo mejor que tengo, mucho mejor que mi recortada paga, y voy a mantener el optimismo por encima de todo. Este es mi compromiso.
Este año es el de la madurez del proyecto de coaching. Ya son tres años trabajando en esta linea que tanta satisfacción me aporta y que tan buenos resultados arroja entre el alumnado. Trabajando como un equipo, generando sinergias y recibiendo estímulos positivos que se generan en el boca-oreja entre las familias y el alumnado continúo con ilusión. Con ellos mejoramos nuestros números. Cada día son más los alumnos que se sienten seguros de si mismos y capaces de enfrentarse al bachillerato, al ciclo formativo, al PQPI o al mercado de trabajo con decisión, con pasión y con la certeza de que en esta vida quien no lo intenta no lo consigue.
Este año va a ser complicado, que nadie se llame a engaños. Los recortes en todos los sectores están haciendo que muchas familias vean mermada su renta disponible, en ocasiones de forma dramática. Por lo que como tutor debo tener esos aspectos en cuenta. Debo tender la mano para ayudar ahí donde haga falta, ya que más de un alumno puede pasar por algún momento de crisis derivado de tensiones sobrevenidas en casa. Tensiones, todo sea dicho, del todo comprensibles.
El alumnado va a empezar a darse de cuenta de que debe implicarse más en el proceso de su formación. Hasta ahora se ha dejado llevar. Y ha ido haciendo camino. Como decimos en mi país "Qui dia passa any empeny", (Quien día pasa, año empuja). Hasta ahora ese posicionamiento ha sido sino legítimo, sí comprensible. Recordemos que se trata de adolescentes que se han criado en un entorno de abundancia. Ahora bien, a mi juicio, tal y como se está poniendo la realidad creo que el alumnado y las familias van a tomar conciencia de la labor que hacemos los profesores, que a menudo se trata de un voluntariado, y van a apoyar nuestra causa, que al fin y al cabo es también la suya. Todo lo que los profesores decimos, reivindicamos o protestamos es para defender la enseñanza pública de calidad. Para que todos tengamos las mismas oportunidades. Por tanto es muy posible que nos encontremos con alumnos y padres que se ofrezcan para ayudarnos en nuestras reivindicaciones. En definitiva con familias que tomen cartas en el asunto de una vez por todas.
Y para acabar quiero recordar que sólo enseño a buenos estudiantes porque creo firmemente que todos mis alumnos son muy buenos. Cada uno a su manera, con sus pros y sus contras, pero todos muy buenos. Con esa idea cada día estamos llegando más lejos en nuestros objetivos.
Y tú... Padre, madre, alumno, ex-alumno, profesor que estás ahí, ora sonriente, ora contemplativo....
Después de las vacaciones nos vemos de nuevo. Es un placer estar aquí de nuevo compartiendo ideas.
Hoy os paso un videocurrículum de una professora llamada Núría Fusté Massana.
Realmente me impresionó muchísimo cuando lo vi, a finales de junio, por el número de valores que acumulaba. Núria se quedó en paro al cerrar la escuela en la que trabajaba. Seguro que tuvo momentos duros y difíciles, pero no tardó en crear un videocurrículum que te invitaba a conocerla.
Fijaros cómo va ajustando virtudes, puntos fuertes y creencias positivas. Es un claro ejemplo de persona que no se doblega ante la adversidad. Diseña un plan con el objetivo de encontrar un empleo de maestra, le pone toda la pasión, la emoción y el buen hacer necesarios.
El currículum se movió por internet, salió en prensa, en twitter y en otros medios. A estas alturas espero que Núria haya conseguido un puesto de trabajo. Y si no lo ha conseguido aún, será porque la coyuntura es realmente difícil pero no porque Núria no tenga puntos fuertes que ofrecer para un puesto de trabajo.
No perdais detalle. Merece la pena.
¿Y tú? ¿Cúales son tus puntos fuertes? ¿Qué puedes aportar a la sociedad actual?
El oficio de profesor es cada día más complejo, y por tanto más apasionante.
En mi caso, como ya he dicho en alguna ocasión, no siempre fui profesor. Mi historia es ciertamente curiosa. Después de trabajar en varias empresas privadas durante más de diez años decidí dedicarme a la docencia de forma profesional. Cuando ya estaba colocado en una empresa líder y tenía un buen puesto de trabajo dejé todo aquel mundo para dedicarme a hacer de profesor sustituto en los institutos catalanes.
Imaginad que cantidad de anécdotas podría contar. A modo de ejemplo: En una clase donde abundaban las personas de un entorno familiar desfavorecido no me quedó más remedio que hacer un ejercicio de proporcionalidad basándome en la compraventa de sustancias estupefacientes. ¿Os lo podeis creer?
Nada de ir a las rebajas de "El Corte Inglés", nada de "H&M". ¡Narcotráfico! Ése era su mundo.
En una linea totalmente opuesta os dejo un video del programa "Millenium, preguntes amb resposta" del Canal 33 que me ha parecido un auténtico reflejo de nuestra profesión hoy en día.
No espereis ver en él un ambiente pesimista, ni un compendio de lamentaciones, ni réplicas ni ademanes desmesurados. Tan solo se trata de una hora de conversación entre cinco personas que deconstruyen el oficio del profesor actual. Este oficio que pese a que a veces pueda ser ingrato es un regalo en todos los sentidos.
¡Qué lo disfruteis!
¿Cuál es tu mejor recuerdo de alguno de tus profesores?
Hace ya mucho tiempo que le doy vueltas a una entrada que trate sobre formas de reflejar el impulso de la creatividad. Es un tema que está en boca de muchas personas, expertos en la mayoría de los casos, pero que cuesta de visualizar. Hoy, desde mi humilde tribuna, voy a acometer esta difícil cuestión.
Tras varias conversaciones con alumnos y con coachees he llegado al convencimiento certero de que cuando se genere una inquietud se debe apostar por la creatividad.
Es una virtud que en nuestro sistema educativo ha sido maltratada durante muchos años. Todos recordamos un profesor o profesora que nos ha obligado a hacer las cosas de una determinada manera, sin tener en cuenta cómo se nos hubiese ocurrido o cómo nos hubiese gustado a nosotros hacerlo. El problema de esta forma de trabajar es que si no se estimula a las personas desde sus primeros pasos las convertimos en personas inflexibles, inseguras y ciertamente limitadas. Personas que no expresan, que no entienden, que no explotan su capacidad creativa.
Por ello debemos estimular la capacidad creativa cuanto antes. Debemos potenciarla por encima de otros factores que ayudan pero que no tienen por qué ser definitivos.
A menudo nos preguntamos si seremos capaces de llegar a alcanzar nuestros objetivos. Con frecuencia tenemos talento, pero lo mantenemos atrapado entre nuestras profundas dudas. Dudar es humano. Quedarse con la duda de si algo se podría haber logrado por no haberlo intentado también, pero cada día debería serlo menos.
Si eres una persona creativa, da igual cuál sea tu objetivo, no te lo pienses más y ve a por él. Mientras tanto observa con pasión el camino que recorres a ver que te vas encontrando. Es muy posible que llegues a un lugar desconocido, un lugar totalmente nuevo en el que te podrás sentir mucho más conectado, o mejor aún, más realizado.
A veces los giros inesperados están llenos de oportunidades que debemos apreciar y calibrar.
Y tú me dirás: Todo eso está muy bien, pero ¿cómo demonios se hace eso?
Te doy un ejemplo: El skater profesional Kilian Martin.
Kilian Martin nació en Madrid en 1987. De niño era un gimnasta habilidoso. Una de sus pasiones era el surf. Pero a 600 km de las mejores playas para la práctica del surf lo tenía un poco difícil para dedicarse a ello. Lo que era a todas luces un contratiempo, que no un problema, se convirtió en una nueva oportunidad. Kilian visualizó que podía cabalgar sobre olas en una tabla de surf de tanto en tanto, lo cual no estaba nada mal, o cabalgar a diario sobre una tabla de skate, lo cual era fenomenal. Y combinando sus habilidades, poniéndole pasión, emoción, creatividad y muchas horas ha conseguido vivir de ello. Ha creado una nueva manera de manejar un skate, el Street Freestyle Skateboard.
Un regalo para nuestros ojos. Fijaros bien en el video. Es arte sobre ruedas. Es impactante y hermoso a la vez. Combina la plasticidad de la gimnasia deportiva, el ritmo de la danza, el desparpajo del parkour... Fíjate como todas estas disciplinas son exigentes y tienen un componente creativo muy importante. En fin, todo un nuevo estilo de vida.
Después de pensar sobre ello, dime ahora:
¿Cuál es tu pasión secreta? ¿Cuáles son los caminos que vas transitando día a día? ¿A dónde crees que pueden llevarte a corto plazo? ¿Cómo te ves de aquí a cinco años? ¿Crees que te iría bien hablar con un coach?
Si tu respuesta a la última pregunta es afirmativa, aquí te espero para que me expliques cómo te va.