domingo, 23 de septiembre de 2012

Reunión de padres y madres 2012-13

Mañana lunes es un día grande. Es uno de los días que más me ilusionan del curso. El día más emotivo es el primer día, cuando conoces a los alumnos. Ese día es precioso. Pero mañana es otro día muy importante a la par que emocionante.

Es el día en el cual tengo un primer contacto con los padres y madres de mis alumnos de tutoría de 4º de ESO. Es un día no tan emotivo pero sí igual de importante. Si hay padres comprometidos y con ganas de trabajar en equipo el curso va bien. Si los padres no van en esa linea el curso va bien, pero en ocasiones queda lejos de nuestros ambiciosos objetivos.

Hará unos días fui a la reunión que había preparado la maestra de mi hijo (está en primaria). Me sentí raro, me hablaba de aspectos de la enseñanza que me son cercanos, pero que no son mi especialidad. Para mi la primaria es esa gran amiga que me suministra alumnos, pero esa gran amiga a la que nunca acabas de entender del todo. Me sentí extraño, como huidizo. La maestra lo hizo genial, pero reconozco que estar en una reunión de padres se me antoja complicado. Dentro de un centro educativo, el rol de padre me es mucho más difícil de llevar que el rol de profesor. El caso es que me va muy bien, porque me ayuda a ponerme más en los zapatos de los padres que mañana a las 18:00 vendrán a conocerme.

Revisando la entrada que realicé el año pasado para la reunión del curso 2011-12 veo que a los puntos que dejé en "Entrando en pista" debo añadir algunos más. A saber:

  • Hagan lo que hagan desde la administración y digan lo que digan desde la clase política, este profesor mantiene su compromiso con la docencia y la implicación con el proyecto vital de su alumnado. No me atrevo a decir de donde voy a sacar el tiempo y la energía, pero mi alumnado es lo mejor que tengo, mucho mejor que mi recortada paga, y voy a mantener el optimismo por encima de todo. Este es mi compromiso.
  • Este año es el de la madurez del proyecto de coaching. Ya son tres años trabajando en esta linea que tanta satisfacción me aporta y que tan buenos resultados arroja entre el alumnado. Trabajando como un equipo, generando sinergias y recibiendo estímulos positivos que se generan en el boca-oreja entre las familias y el alumnado continúo con ilusión. Con ellos mejoramos nuestros números. Cada día son más los alumnos que se sienten seguros de si mismos y capaces de enfrentarse al bachillerato, al ciclo formativo, al PQPI o al mercado de trabajo con decisión, con pasión y con la certeza de que en esta vida quien no lo intenta no lo consigue. 
  • Este año va a ser complicado, que nadie se llame a engaños. Los recortes en todos los sectores están haciendo que muchas familias vean mermada su renta disponible, en ocasiones de forma dramática. Por lo que como tutor debo tener esos aspectos en cuenta. Debo tender la mano para ayudar ahí donde haga falta, ya que más de un alumno puede pasar por algún momento de crisis derivado de tensiones sobrevenidas en casa. Tensiones, todo sea dicho, del todo comprensibles.
  • El alumnado va a empezar a darse de cuenta de que debe implicarse más en el proceso de su formación. Hasta ahora se ha dejado llevar. Y ha ido haciendo camino. Como decimos en mi país "Qui dia passa any empeny", (Quien día pasa, año empuja). Hasta ahora ese posicionamiento ha sido sino legítimo, sí comprensible. Recordemos que se trata de adolescentes que se han criado en un entorno de abundancia. Ahora bien, a mi juicio, tal y como se está poniendo la realidad creo que el alumnado y las familias van a tomar conciencia de la labor que hacemos los profesores, que a menudo se trata de un voluntariado, y van a apoyar nuestra causa, que al fin y al cabo es también la suya. Todo lo que los profesores decimos, reivindicamos o protestamos es para defender la enseñanza pública de calidad. Para que todos tengamos las mismas oportunidades. Por tanto es muy posible que nos encontremos con alumnos y padres que se ofrezcan para ayudarnos en nuestras reivindicaciones. En definitiva con familias que tomen cartas en el asunto de una vez por todas.
  • Y para acabar quiero recordar que sólo enseño a buenos estudiantes porque creo firmemente que todos mis alumnos son muy buenos. Cada uno a su manera, con sus pros y sus contras, pero todos muy buenos. Con esa idea cada día estamos llegando más lejos en nuestros objetivos. 


Y tú... Padre, madre, alumno, ex-alumno, profesor que estás ahí, ora sonriente, ora contemplativo....

Ahora es tu momento ¿Qué tienes que aportar?

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