Hace días que ando muy molesto con la situación que se está dando en la comunidad de Madrid.
El gobierno autonómico ha tenido la feliz idea de eliminar la hora de tutoría.
Yo doy clase en Catalunya, aquí de momento tenemos otros problemas, y por ello el tema me queda un poco distante geográficamente, pero no anímicamente. No puedo evitar pensar que en cualquier momento me puede tocar a mi. "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar..."
Imaginaros la situación. Intentad poneros en mi lugar.
Soy un profe que le dice a su alumnado que la hora de tutoría no sirve para hacer deberes, ni para descansar, puesto que es la hora más importante de la semana. Soy un profe que disfruta haciendo tutoría, que disfruta creciendo con, gracias, y para su alumnado. Soy un profe que hace teatro en la hora de tutoría, que hace rol-plays, que provoca estupefacción, risas, lágrimas, que te hace pensar, que te hace sentir, que genera energía positiva a raudales. Soy un profe que para una clase porque son las 08:06 y el sol aparece en el horizonte y es mejor contemplar al astro rey durante un minuto, porque gracias a él estamos aquí, y es más importante el aquí y el ahora, que el hacer matemáticas, aunque solo se trate de un minuto. Soy un profe que no entiende la educación de nuestros días sin la hora de tutoría, porque en ella crecemos y nos conocemos. Soy un profe que se jacta de provocar en su alumnado reacciones positivas en la clase de tutoría, en la de mates y en la economía, pero sobre todo en la de tutoría. Soy un profe que tiene fama de implicarse, de ayudar a enfrentar adversidades en esa etapa tan complicada que es la adolescencia. Soy un profe que disfruta entrevistándose con padres y madres, haciendo reuniones a tres bandas -padres, alumno y tutor- porque a la larga de esas reuniones todos salimos reforzados. Soy un profe que se equivoca, y que aprende con ello. Soy un profe que se emociona al arrancar abrazos de alumnos y aplausos de padres y madres en charlas realizadas en los institutos en los que he estado. Soy un profe que se llena de felicidad cuando observa los triunfos de su alumnado, que les acompaña en su etapa de la ESO y el bachillerato. Soy un profe entregado, entusiasmado y animado. No soy un profe y punto. Soy más que eso, y la tutoría es mi canal para ello.
No imagino mi labor sin la hora de tutoría, sin las entrevistas en profundidad, sin la sonrisa del alumnado cuando les demuestras que pueden hacerlo, que pueden aprender. Que si quieren, pueden.
Soy un profe, que por suerte, no da clase en Madrid. Pero que se solidariza.
Desde aquí apoyo sin reservas a mis compañer@s madrileñ@s y me uno a su causa.
Os propongo a todos los que me leeis aquí que sigais en twitter los hashtags #profesoressinEsperanza #quierotutoria #profes26j . Son los movimientos que se están generando para intentar parar esta decisión política que no aportará nada positivo a la educación pública.
También os invito a visitar el blog -Eso de la ESO- de Fernando J. López. Un excelente profe, implicado, honesto y que está haciendo una magnífica labor por defender la hora de tutoría. Darle toda la publicidad que podais. Toda ayuda es necesaria para poner claro que no nos vamos a doblegar antes decisiones políticas que no tienen nada que ver con la realidad de las aulas de hoy en día.
Soy un profe que os pide que nos ayudeis. Alumnos, padres, madres, amigos, conocidos. Todos estamos indefensos ante las decisiones que toman personas que no quieren saber qué ocurre en un aula. Que sólo piensan en el rendimiento electoral y no en calidad de la enseñanza, y que no nos dicen la verdad cuando proclaman que quieren una enseñanza pública de calidad. Sí, nos intentan confundir, porque paradójicamente no dudan en aumentar las ratios, eliminar profes -miles de ellos entre Madrid y Catalunya-, y por tanto disminuir a niveles ridículos la atención a la diversidad y la calidad de las condiciones de trabajo de los profes, y por tanto, del proceso de aprendizaje de los alumnos.
Proclamo desde aquí la defensa de la única enseñanza que dentro de poco mucha gente se va a poder permitir. La enseñanza pública. Vienen tiempos difíciles. Si no nos movemos y si no nos ayudamos nos dejarán sin recursos. No se trata de dramatizar, se trata de ser consecuentes. Todos tenemos derecho a una educación de calidad, y gratuita. Por tanto, que nadie nos tome por lo que no somos.
POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD, Y CON TUTORÍA.
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