“Sol Azul” tenía familia. Vivían en armonía con la
naturaleza, sin apego por las cosas terrenales. Decían que todos éramos
hermanos, desde el coyote hasta el águila. Que todos los actos que realizamos
tienen una repercusión en nuestra existencia. Por primera vez en muchos años
John se sentía en paz. Decidió quedarse a vivir con ellos. En la tribu él era
“Viento del Norte”. Siendo uno de ellos era dichoso. Se casó con “ Aguila
Blanca”, la hija de “Nube Roja”,el chamán de la tribu. Todas las noches se
reunía con su familia y contaban cuentos a los niños. La vida era dura, se
pasaba frío en invierno y calor en verano, pero también valía la pena vivirla
con la tribu. “Aguila Blanca” tuvo un hijo, mi bisabuelo, al que llamaron
“Caballo desbocado” pues siempre iba a todos lados corriendo.
Un día andaba John con “Nube Roja” conversando, después de
un tiempo habían llegado a ser buenos amigos, y John decidió explicarle porqué
había viajado por todo el mundo. Le explicó su larga trayectoria y lo feliz que
era. Después de pasear durante toda la mañana “Nube Roja” le dijo:
- “Viento
del Norte” no hacía falta ir tan lejos para encontrar “Lo más importante y
especial del universo”. Nosotros lo tenemos aquí, a nuestro lado, en el río. Si
quieres te lo puedo enseñar.
- No
puedo creer lo que dices querido amigo. ¿Me estás hablando en serio?
- Totalmente.
“Lo más importante y especial del universo” está aquí junto a nuestro poblado.
Ven y te lo mostraré.
John estaba nervioso. “Nube Roja” le acompañó al río y le
dijo.
- Mira
al fondo del río y contempla “Lo más importante y especial del universo”. Pero
fíjate bien, porque es necesario que estés en paz para poder observarlo.
- No
lo veo, contestó John, no lo veo.
- Respira,
concéntrate, ten calma y aparecerá ante ti. Siempre ha estado ahí.
John pudo verlo. Pudo observar “Lo más importante y especial
del universo”. No pudo reprimir las lágrimas de emoción. Se abrazó a “Nube
Roja” y le dio las gracias por su enorme sabiduría. Prometió que guardaría “Lo más importante y especial del universo” y haría que su
descendencia extendiera el mensaje más allá de su generación. Tomó pues
aquello que había encontrado después de tantos años, lo introdujo en una caja y
se lo legó a su hijo para que siguiera enseñándoselo a quien estuviera
preparado. Desde entonces los Mirbond vagamos por los caminos y lo mostramos a
quien lo quiere ver.
Así es desde hace varias generaciones. El último Mirbond soy
yo, de momento.
Recordad, para saber que es “Lo más importante y especial
del universo” solo tienes que contemplar en paz. Sólo un corazón puro podrá
abrir esta caja y verá...
El viento del norte me llama de nuevo. Es hora de partir...
FIN
Hasta aquí la leyenda. Espero que os haya gustado.
Por cierto, ¿alguien sabe que hay en el interior de la caja?